Para la instalación de sus plantas de celulosa, la empresa llevó adelante estudios de impacto ambiental (EsIA), según lo requerido por la normativa uruguaya.
Un estudio de impacto ambiental y social consiste en la descripción de la planta de celulosa proyectada, la identificación y evaluación de los potenciales impactos ambientales y sociales durante las fases de construcción y operación, las medidas de mitigación y conclusiones generales. El proceso incluye intercambio de información entre la empresa y las autoridades, así como audiencias con grupos de interés.
El estudio fue realizado por diferentes empresas consultoras con amplia experiencia y experimentadas en el área.
Estos estudios concluyeron que las plantas no tendrán impactos negativos sobre la salud de las personas, las condiciones de vida, la estructura urbana y el uso de la tierra, el entorno cultural, la vida silvestre y sitios de conservación, suelo, y aguas subterráneas.