El Programa de Fomento de UPM ofrece un abanico de posibilidades que se ajusta a las necesidades de cada productor. Dentro de esas posibilidades, hay tres elementos que se repiten: la rentabilidad, la experiencia de un equipo técnico de primera y la tranquilidad de contar con el respaldo de UPM Forestal Oriental.
Tranquilidad económica
Julio Romero fue de los primeros productores rurales de Flores que incorporó la forestación a su sistema de producción ganadera bajo nuestro Programa de Fomento. En 2009 decidió forestar las hectáreas menos productivas de su campo: “pasé a forestación lo que consideraba lo peor del campo y me quedé con la tierra buena para hacer praderas y ganadería”.
Para Julio el rubro forestal era algo completamente nuevo, y entendió que “el mejor negocio era asociarme con el que sabía”. Así llegó a UPM Forestal Oriental: “Cuando hice este negocio hace 11 años tenía muchas dudas, pero la verdad cuando vino Manuel [Irisarri, asesor comercial] con otros dos muchachos del equipo de Fomento, nos sentamos y en media hora frente a la estufa de mi casa se me fueron todas las dudas”. A pesar de encontrar pros y contras en todos los negocios, Julio afirma que hasta el momento no encontró ninguna contra en el acuerdo con UPM: “foresté las hectáreas menos productivas del campo y hoy son las hectáreas que me dieron más rentabilidad en mi vida.”
Mayor aprovechamiento del campo
Eduardo Silva dedicó su carrera laboral a la administración y asesoramiento de campos y afirma que al sumar la forestación a los rubros que ya conocía, logró una mayor rentabilidad.
“En un campo en Young intentamos sacarle renta de las todas formas posibles a un área poco productiva, pero no teníamos resultados. Un día escuchamos el caso de alguien que le había arrendado un área a UPM y me pareció una muy buena renta para las posibilidades de esos campos. Ahí empecé a interesarme y averiguar más”. Con los resultados sobre la mesa, Eduardo afirma que de otra forma no hubiese logrado la renta que obtiene hoy en día, algo que como asesor de negocios es su principal objetivo.
El caso del productor rural Eduardo Álvarez no es una excepción. Acostumbrado a la actividad de campo más tradicional confiesa que, al principio, la forestación no le interesaba demasiado. Fue el tiempo el que lo hizo acercarse más y decidir vincularse a esta opción, al punto de que los Eucalyptus pasaron de ser una simple “sombra para el ganado” a una herramienta para lograr una producción equilibrada en el campo.
Lo mismo sostiene la veterinaria María del Mar Gallinal respecto a la integración de la forestación con la ganadería. La ventaja, dice María del Mar, radica en que se trata de un rubro que funciona de manera complementaria con los demás.
“El ganado pasa espectacular dentro del monte tanto en invierno como en verano. Tiene mil formas de manejar la forestación y es un buen complemento con las pasturas limpias que tenemos. Nosotros incluso hacemos manejo de 500 vacas de cría adentro de la forestación haciendo eléctricos”.
Le hace bien a la economía porque es rentable, le hace bien al medio ambiente y también le hace bien a los animales.
José Luis Panero es economista y siempre le interesó la forestación. Se trata “de encontrar la mayor cantidad de dólares por hectárea, y la ganadería y la forestación son muy complementarios para lograrlo", afirma José Luis. "Uno siente que hay una productividad excelente. Mejora un montón cuando los animales tienen esta posibilidad de resguardarse a la sombra, salir y comer en las mejores horas o guardarse en el frío o en el verano al mediodía. El animal está perfecto en ese esquema y eso lo ayuda a evolucionar mejor”.
Para José Luis, invertir en forestación no es solo una cuestión de números y rentabilidad, también pone en la balanza la dimensión ambiental. “La verdad es una ayuda al ecosistema en el que vivimos y eso me genera orgullo. Le hace bien a la economía porque es rentable, le hace bien al medio ambiente, y también le hace bien a los animales que están dentro de ese ambiente”.
Un ingreso complementario
El Programa Fomento es también una inversión para quienes buscan ingresos complementarios. Este es el caso de Ana María Pintos que encontró en la producción forestal un ingreso adicional al de su carrera profesional. La propuesta la incentivó a investigar el rubro y asesorarse para encontrar su lugar ideal: “Aceptamos el desafío, buscamos el campo después de haber estudiado un poquito la ley forestal y en el 95' encontramos el campo que cumplía las condiciones. En aquel momento la inversión era a largo plazo y yo buscaba algo con dos condiciones en las cuales me basé: que pudiera seguir trabajando y fuese un ingreso complementario a la jubilación, y el segundo factor fue dejar a mis hijos un ingreso independiente de las profesiones de cada uno”.
Su objetivo siempre estuvo en que la inversión no implique una total dedicación de su tiempo. Hoy destaca que su mayor tranquilidad es contar con un apoyo constante por parte del equipo de UPM que le permite mantener este negocio con pocas visitas anuales al campo forestado. “Hoy por hoy el Programa Fomento se adapta a lo que quiere el productor”, afirma Ana María.