La detección de especies desconocidas a nivel nacional y mundial, la identificación de sitios de alto valor para la conservación en el país, el enriquecimiento de las colecciones nacionales y la contribución de valiosa información que posteriormente se utilizó por el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) son algunos de los resultados de los estudios realizados por UPM Forestal Oriental, así como la profusa información recabada a lo largo del tiempo.
Esta información fue sistematizada en el documento “Aportes de UPM Forestal Oriental al conocimiento y conservación de la flora nativa del Uruguay” elaborado por Iván Grela y Carlos Brussa.
En algunos casos se registraron concentraciones significativas de diversidad biológica, que incluían especies relevantes en el ámbito regional y nacional, ya fueran endémicas, raras, amenazadas o en peligro. Se destacan especialmente aquellos hallazgos de especies que no eran conocidas para la flora uruguaya hasta ese entonces, y que fueron colectados en establecimientos de UPM Forestal Oriental.
En total 33 especies fueron registradas por primera vez para la flora del Uruguay.
A su vez, se detectó una especie desconocida a nivel mundial, que fue publicada en una revista científica especializada asignándole el nombre científico Antiphytum charruasorum N. Mend. & Marina Díaz. El punto de partida surgió gracias a los trabajos de registro y colecta en un predio próximo a Quebracho (Paysandú) de una especie cuya morfología no se ajustaba a ninguna de las descriptas en la bibliografía especializada.
Por otra parte, de numerosas especies sí se conocía su presencia en Uruguay, pero en base a registros muy antiguos o con información muy imprecisa de localización o ambiente, es decir estaban muy escasamente representadas en las colecciones científicas. Como ejemplo de los listados de plantas vasculares para la conservación vigentes se incluyen 140 especies de las que no se tenían datos precisos de localización de poblaciones. Gracias a la mayor cantidad de trabajos de campo promovidos principalmente por los requerimientos de la actividad forestal, 23 de esas especies tienen ahora poblaciones georreferenciadas.
Como consecuencia de la mayor intensidad de muestreo y colecta, la lista de especies nativas de la flora uruguaya se ha visto considerablemente aumentada. Ésta incluye vegetales con diversos tipos de crecimiento, como plantas leñosas, herbáceas, cactáceas, helechos y afines.
El trabajo realizado por UPM también contribuyó al enriquecimiento de las colecciones depositadas en los Herbarios Nacionales. El número de muestras provenientes de sus predios que han enriquecido las colecciones de los herbarios de la Facultad de Agronomía y del Jardín Botánico de Montevideo a lo largo de casi 30 años supera a las seis mil.
En cuanto a la gestión de áreas naturales, en UPM alrededor de 100.000 ha permanecen en su estado natural como praderas y campos naturales, arbustales, bañados y humedales, bosques nativos (de planicies del oeste, serranos, pantanosos, ribereños), palmares, arenales y dunas, albergando especies de flora y fauna típicas de cada una de esas formaciones vegetales, abarcando además gran parte de sus variaciones eco-regionales gracias a la dispersión de los predios en el país.
Otro aspecto del trabajo realizado refiere al manejo y recuperación de áreas, que consiste en identificar ciertas áreas representativas de los numerosos ecosistemas existentes en el país, que estaban degradados para llevar a cabo medidas de manejo con el fin de su recuperación. Algunos casos paradigmáticos son, por ejemplo, la recuperación de la población de palmeras Yatay (Butia yatay) en el norte del departamento de Paysandú y de los bosques de algarrobo y blanqueales que actualmente es parte del área protegida Esteros y Algarrobales del Río Uruguay.
Desde el inicio de las operaciones en el país, UPM Forestal Oriental dedicó especial atención a los aspectos ambientales en general, y especialmente al estudio de la biodiversidad en sus establecimientos y áreas de influencia, propiciando numerosos trabajos de relevamiento y posteriores monitoreos.
Inicialmente estos trabajos tuvieron como objetivo principal la caracterización ambiental de cada uno de los establecimientos en los que se preveía desarrollar proyectos forestales, para dar paso luego a relevamientos con mayor profundidad de detalle en aquellos predios en los cuales se determinó la existencia áreas de mayor relevancia o representatividad y que pasaron a formar parte de la Red de Áreas Naturales Conservadas.
En estas áreas dedicadas a la conservación se han registrado 1650 especies nativas, lo que representa un 68 % del total de la flora conocida para el Uruguay.